Bloque 3: Creación literaria con y para los niños de Infantil. - Corregido

En este tercer bloque hemos visto algunas estrategias y técnicas para crear textos. Como  futura maestra me parece realmente interesante poder realizar textos para los niños. 

Como hemos ido viendo a lo largo de la asignatura, debemos buscar estrategias que motiven y fomenten de interés en los alumnos, acercándoles al mundo de la literatura y que puedan disfrutar de ella. 

A la hora de crear cuentos hay diferentes aspectos a tener en cuenta:

• El texto debe ser cercano  a los niños,  dando respuesta a sus intereses y necesidades.
• La estructura y lenguaje debe ser acorde a su momento evolutivo, no pueden ser un lenguaje complicado,  se debe buscar una estructura sencilla, lineal. 
• Como ya hemos visto anteriormente, los personajes deben ser reconocibles y si los niños pueden identificarse, mejor. 
• Si el libro es ilustrado, es preferible que las imágenes predominen sobre el texto, llamando al interés.

Una vez expuestas algunas cuestiones que se deben conocer antes de realizar textos, vamos con las diferentes creaciones que he realizado.

Cuando la maestra crea un cuento con los niños, se crea un momento mágico, en los que todos se comunican y van en busca de una historia, imaginan y sueñan todos juntos. se realiza desde el turno de palabra y la escucha, debe hacer de forma espontanea. La maestra en este proceso solo es mediador, planteándoles cuestiones y ayudando a los niños a hacer realidad sus ideas. 

Las tres creaciones que he realizado están dirigidas a niños de 5 - 6 años. Con esta edad los niños tienen una mayor nivel de realismo, han pasado del egocentrismo a la socialización, ya participa en diálogos y les suele gustar la fantasía y los finales felices.

Creación en Prosa:

La prosa es el género más sencillo, es el más parecido al uso lingüístico ordinario y es la forma más utilizada para crear literatura en la actualidad. Todos hemos jugado a inventarnos historias  alguna vez, lo que no podemos olvidar es lo mucho que se necesita la imaginación y la creatividad para que surja una gran historia.

De las diferentes estrategias dadas para crear historias, me he quedado con las “Historias Mudas”, consiste en escoger una serie de ilustraciones que no tengan una que ver con la otra y desde ellas ordenarlas y crear una historia. En mi caso he utilizado las cartas Dixit, estas son las cartas de un juego de mesa creado por Jean-Louis Roubira en 2008.  A la hora de contarlo, me parece una gran idea hacerlo con ayuda de marionetas.

Una amistad entre vestidos

Cuentan que en un país lejano vivía una niña, llamada Neia. Ella era de una familia pobre, sus padres tenían una panadería, además era la hermana mayor de Cira.

Neia era una chica soñadora, con ideas mágicas sobre príncipes y castillos. Un día cualquiera fue al mercado del pueblo, a su puesto de pan. Al rato de estar en el puesto, y tras varias barras de pan vendidas, escuchó al pregonero de la corte, anunciando una fiesta en el castillo por el cumpleaños de la princesa.

Neia contenta por la noticia corrió a casa a contárselo a su familia, sus padres se alegraron mucho y Cira no podía parar de saltar con su hermana y hacer preguntas sobre el castillo a sus padres.  Ahora Neia estaba preocupada por qué podría ponerse, diseñó un vestido con su madre y se pasó tres días cosiendo y cosiendo para hacer su precioso vestido cian. También se hizo una corona con diferentes flores que encontró para sentirse como una princesa.

Al cabo de unos días llegó el evento, la fiesta en el castillo. Neia se puso su vestido, los mejores zapatos que tenía y se fueron todos juntos creando un camino lleno de gente con regalos hacia el castillo. Una vez entraron no podían parar de mirar de un lado a otro, estaba precioso, lleno de velas, comida y colores. Se escuchaba música y a gente reír a carcajadas. Al cabo de un rato el rey se dispuso a dar un discurso al pueblo. Mientras hablaba a Naia se le cayó del vestido una perla que le había dejado su madre para la ocasión, preocupada empezó a gatear por el salón siguiendo la perla y cuando se quiso dar cuenta estaba en un pasillo, miró hacia el salón y pensó que quizás podría mirar un poco más, tenía mucha ilusión por conocer el castillo y así cumplir su sueño.

Naia empezó a andar, no podía parar de mirar los cuadros colgados en los larguísimos pasillos, de repente vio una puerta medio abierta, y con cuidado, decidió cotillear. Al entrar vio unos armarios enormes, estaban abiertos llenos de vestidos, de diferentes formas y colores.  Cuando menos lo esperaba la puerta se cerró.

- ¿Quién eres tú? Dijo una niña con un vestido dorado y con muchas joyas.

-       Soy Naia,¿y tu?

-       Yo soy Klara, la princesa.

Naia se quedo pálida y empezó a pedir disculpas por todo, contando infinitas escusas de por qué estaba allí.                      Klara le dijo que no pasaba nada y le pregunto por su vestido.

-       Me encanta tu vestido,

-       Es bastante normal… he tardado tres días en hacerlo. Dijo Naia

-       ¿Lo has hecho tú? Es precioso, fíjate cuando vestidos tengo y ninguno me gusta para celebrar mi cumpleaños. Son todos muy pesados e incómodos.

-       Si quieres puedo ayudarte a encontrar uno que te guste.

-       Vale, aceptó Klara.

Al cabo de un rato solo podían oírse las risas de las dos niñas probándose cada uno de los vestidos, bailando y contándose historias.  Se escucharon unos pasos, y corriendo, Naia se escondió debajo del enorme montón de vestidos que había, entró una mujer y nerviosa le dijo a Klara que debía darse prisa, en muy poco tiempo tenía que ir al salón a saludar.

Al irse, Klara se puso triste, no quería ir al evento y ponerse un vestido incómodo. Entonces Naia le propuso un trato, podían cambiarse los vestidos. Klara aceptó encantada, corriendo se cambiaron y se fueron al salón. Allí se prometieron que vivirían muchas aventuras juntas.

Una vez acabada la fiesta todos se fueron a su casas y Naia solo podía sonreír pensando lo bien que lo había pasado con su nueva amiga, en el castillo Klara bailaba al pensar que por fin tenía una amiga.

Pasadas unas semanas Naia se despertó y triste empezó a desayunar, no había sabido nada de su amiga Klara, llegó a pensar que todo había sido un sueño. Cuando de repente sonó la puerta y al abrir apareció un vestido de color cian con una perla cosida, ¡era el vestido de Naia! Detrás apareció Klara explicándose y poniendo cantidad de escusas, Naia se levantó y corriendo la abrazó. Fue el inicio de una bonita y larga amistad que colorín colorado nunca acabará.

Creación Dramática:

La dramatización es un recurso fundamental en Educación Infantil, ya que desarrolla gran cantidad de capacidades en el niño. Con la dramatización se pueden hacer grandes propuestas en aula como representaciones.

De las estrategias dadas, he seleccionado “Historias en primera persona” , consiste en dar vida a un objeto y hablar por él, me parece un recurso muy original y el cual puede ser muy divertido a la hora de hacerlo con niños. 

Lota la pelota

En un pueblo tranquilo, jugando en un precioso jardín estaba Mateo. Un niño que nunca nunca se separaba de su pelota, dormía con ella, comía con ella, hacia sus tareas con ella, siempre bajo el brazo.

Una mañana Mateo había perdido su mochila y, tras un rato buscando, se enfado mucho, entonces dio un patada a su pelota tan tan tan grande como el cielo. Y entonces

Lota:  ¡Ay!

Mateo: ¿Quién ha sido?. 

Lota: He sido yo.

Mateo: ¿Quién, yo no veo a nadie? 

Lota: ¡Yo!

Mateo: Pero si tú no puedes hablar, eres una pelota. 

Lota: No, no soy una pelota. 

Mateo, asombrado por lo que estaba pasando no pudo evitar darle un abrazo a su amiga tan especial.

Mateo: Hola Lota, perdona si te hecho daño. Estoy muy enfadado.

Lota: No te preocupes Mateo, ya te conozco y con lo que te gusta tu mochila….

Mateo: Tengo una idea, ¿y si me cuentas un poco sobre ti?, tú me conoces muy bien y yo no sé nada de ti.

Lota aceptó.

Lota:  Soy Lota, nací en una pequeña tienda de Madrid. 

Mateo: ¿Y tienes hermanos?

Lota:  Sí, tengo 10 hermanos.

Mateo:   ¡Ala, son muchos!

Lota:  Sí, cuando vivíamos juntos nos lo pasábamos muy bien botando juntos.

Mateo: ¿Por qué ya no vivís juntos?

Lota: Cuando los balones nos hacemos un poco mayores, salimos rodando a buscar a  un niño.

Mateo:¿Cualquier niño?

Lota:  No, es cuestión de destino. Cuando yo te vi, note algo y supe que serías mi amigo.

Mateo: A lo mejor cuando yo te elegí fue también destino de ese.

Lota:  Pues seguramente. 

Mateo:  ¿Qué te gusta hacer? 

Lota: Me gusta mucho cuando ruedo por el césped, me hace muchas cosquillas. Además, puedo ver muchas flores y las hormigas son muy simpáticas. Bueno menos cuando ha llovido, me mancho de barro y tengo frio.

Mateo: ¿Y qué es lo que menos te gusta?

Lota: Pues lo que menos me gusta es cuando me dan patadas muy fuertes, parece que están enfadados conmigo, y encima luego me voy tan tan lejos que tardan mucho en encontrarme. 

Mateo: Yo también odio mancharme de barro, ahora que lo sé cuando llueva no jugaremos fuera.  

Lota: Muchas gracias Mateo, ¿quieres que busquemos tu mochila?, pronto tendrás que irte al colegio.

 

Mateo: ¡Es cierto! Se me había olvidado, tenemos 10 minutos, pronto vendrá el autobús.

Entonces los dos amigos buscaron la mochila, mientras Mateo miraba por los sitios altos, Lota miraba por el suelo, debajo de la cama y los muebles. Desde ese día, Mateo hacía rodar mucho más a Lota por el césped.

Creación en Verso:

El verso tiene mucha magia, todos conocemos el verso desde aquellas poesías de Gloria Fuertes o Lope de Vega. Desde el siglo XX, no es necesario rimar y esto ha dado libertad al verso, llenándolo de función poética desde recursos literarios, como las aliteraciones o las onomatopeyas.

En este caso, de las diferentes estrategias  dadas para la creación en verso, me he quedado con la “Adivinanza” que consiste en pensar en una persona u objeto y definirlo de forma sutil sin nombrarlo, con el objetivo de que el lector adivine el objeto. 

Tengo mucho que contar,

puedes abrir mi cuerpo

puedes soñar conmigo,

y descubrir muchas historias.   

(El libro)

 

Como podéis ver he optado por un cuento desplegable, creo que es una forma de llamar a la curiosidad, puede dar mucho juego a la hora de ir "descubriendo pistas". A la hora de hacerlo con los niños ellos mismos pueden hacer los dibujos e incluso doblar las hojas. 

A la hora de llevarlo a aula escogería un papel mas fuerte o incluso lo reforzaría con cartón. El tamaño no seria el de un folio normal para que ellos pudiesen manejarlo con facilidad. La letra he querido hacerla clara y legible, con un tamaño sencillo de leer.  

La clave para la realización con niños es que no inviertan gran cantidad de tiempo, que se puedan utilizar materiales que se tengan en aula, que sea económico y resistente. 

Los materiales que he utilizado son; papel, lápices de colores y rotulador. He tardado aproximadamente unas 2 - 3 horas. 

Este bloque me ha parecido realmente divertido, me ha gustado dedicar un tiempo a imaginar y pensar. A veces dejamos la imaginación aparcada, y aunque cueste un poco, es reconfortante imaginar y soñar despierta.  Lo recordé en bloques anteriores, y con este he vuelto a hacerlo. Cuando leo historias me voy imaginando en mi cabeza a los personajes o las situaciones y ahora, al crearlo, me ha pasado eso mismo, ha sido curioso, ya que en mi cabeza había un blog, en el cual dibujaba y borraba al instante buscando el mejor desenlace.

Además de lo ameno que me ha resultado, me parece muy interesante poder conocer propuestas para hacer con niños en mi futuro como maestra. Es una forma ideal de acercar a los niños a la literatura, de hacer que la hagan suya, y al igual que me ha pasado a mí, que puedan soñar e imaginar despiertos, haciendo realidad esos pensamientos.